SE UN CONSUMIDOR RESPONSABLE

Se detectaron 114 especies acuáticas con plástico.

Las consecuencias para nuestra tierra, agua y vida silvestre son desastrosas. Tirar las botellas de plástico, en lugar de reciclarlas, significa que la mayor parte del plástico termina en vertederos o en los océanos. Muchos vertederos ya están superpoblados y ocupan espacio que podría utilizarse para otros fines. Los desechos de los vertederos también liberan contaminantes al suelo y el agua. Los animales del océano están ingiriendo continuamente pequeños trozos de plástico residual, que a su vez terminan en nuestros platos.

Los residuos plásticos también tienen un impacto económico negativo porque muchos de ellos podrían reutilizarse. Dado que se prevé que la producción de plástico se duplique en los próximos 20 años y se cuadruplique en 2050, y que el plástico demore entre 400 y 1000 años en descomponerse, es fundamental abordar el problema lo antes posible.

Intentar incrementar el reciclaje es fundamental por al menos dos motivos:

El reciclaje consume un 88% menos de energía que la fabricación de plástico a partir de materias primas, al tiempo que ayuda a reducir el consumo de combustibles fósiles;
Desviar los plásticos desechados del flujo de basura y convertirlos en nuevos productos mantiene estos materiales persistentes fuera de los vertederos y del entorno natural.

Más del 40% de plástico que se fabrica en el mundo se usa una sola vez

Investigadores de TalTech en Estonia presionan para producir envases biodegradables a partir de celulosa

plastico
mar contaminado

LA RUTA DEL PLÁSTICO

National Geographic Latinoamérica

En este episodio de Explorer Investigation conocemos las consecuencias del uso indiscriminado del plástico y los motivos por los que si el ritmo actual de consumo continúa, hacia el año 2050 podría haber en los océanos más plástico que peces. Ivana Szerman viaja a la pequeña isla de Rapa Nui para conocer cómo los pobladores son afectados por esta problemática y descubre cómo muy pronto ese mismo plástico que es descartado en el mar podría llegar a nuestra mesa, al contaminar a los peces que luego consumimos.